Toda ganadería tiene entre sus objetivos finales el incremento de la productividad y la rentabilidad. Para alcanzar estos objetivos, el ganadero tiene que conseguir las mejores condiciones ambientales (nutrición, sanidad, manejo) y establecer un sistema de selección.

La alimentación, sanidad y manejo de una ganadería de bravo necesita de unas instalaciones que permitan, con el menor riesgo posible, la realización de estas labores: mangas, cercados, embarcadero, cajón de curas y herraje, vacunadero, etc.

La selección se lleva a cabo desechando los animales que morfológicamente no responden al tipo de la ganadería y realizando una tienta exigente tanto en el caballo como en la muleta, según los criterios del ganadero.

Además en una ganadería de este tipo es necesario el uso de caballos para realizar las diversas faenas camperas.

Para llevar a cabo estos objetivos, es necesario invertir tiempo y dinero, que en la mayoría de las ocasiones impiden  la viabilidad económica de la ganadería.

Los veterinarios que se han encargado de la sanidad de la ganadería, Dª Alma María Fernández Zamora, D. Alfonso Arroyo Cerezo y D. José María Sánchez Pozuelo, extraordinarios profesionales con los que hemos estado aprendiendo de su trabajo y disfrutando mucho más de su amistad.

El veterinario encargado de levantar actas de los herraderos por parte de la Asociación de Ganaderías de Lidia, D. Enrique Segura Guerrero, lleva dos décadas asistiendo a los herraderos, que también han servido para forjar una buena amistad. 

A continuación se exponen fotografías de estas faenas: herraderos, tentaderos, saneamientos, castración de caballos, operaciones en becerros, herraje de caballos, doma de caballos, festejos populares, arreglo de petos y monturas, arreglo de cercados, etc.